1º Consideró como preciosa a sus ojos la vida de Saúl.
2º Reconoció que Saúl era el UNGIDO DE JEHOVA.
3º David, con este gesto demostró no solo su dependencia a Dios, sino que su amor y lealtal hacia su Rey.
La decisión de David, fue apreciada de tal manera por Saúl que volvió su corazón hacia su hijo David, y le bendijo diciendo: "sin duda emprenderás tú cosas grandes, y prevalecerás".
Hoy Dios nos da la oportunidad histórica para demostrar no solo nuestra fe en El, sino que nuestra lealtad a los altos principios que nos mueven. La Iglesia Evagélica Pentecostal, siempre ha sido una iglesia obediente y leal no solo a Dios, sino que a los pastores que la gobiernan, por eso llamamos a todos los hermanos de buena voluntad a considerar las prudentes palabras de David como un ejemplo de vida.
Extender la mano o la voz en contra del ungido de Jehová es algo que ninguno de nosotros concientemente haría, puesto que constituye un acto en contra de Dios mismo.
Hacemos un llamado a actuar con justicia y lealtad, no solo a los detractores que hoy tiene la iglesia, sino a los que continuamente buscan respuestas de cómo Dios está haciendo las cosas en su pueblo.
Fraternalmente,
ALMA